Para construir una pared seca se colocan filas horizontales de piedras unas sobre las otras.
La pared tiene dos caras visibles unidas por un relleno de piedras pequeñas llamado reble, el cual sirve de apoyo e impide el movimiento de las piedras exteriores.
Las dos caras se ejecutan a la vez, paralelamente formando ell cuerpo de la pared, que se forma utilizando las piedras en orden de tamaño decreciente. La última fila del cuerpo de la pared (igualada) configura una línea horizontal y está constituida de piedras pequeñas.
Para sellar la pared es necesario un acabado que estabilice el conjunto de la obra. Este acabado puede hacerse en seco, con piedras rectangulares (cobertores) o losas planas pesadas. En otros casos se recurre a un mortero de cal y arena, sea para rejuntar las losas, o para crear una tàpia redondeada o en punta (media caña o esquema d’ase), que se encala. El acabado sella la obra actuando como una viga.
Las paredes nunca se construyen a plomo. La anchura de la base siempre es mayor que la del acabado. Las varillas de hierro que sirven de guía para la construcción se clavan en el suelo con cierta inclinación (peu o tumbada). El resultado es que la sección de la pared no es rectangular, tiene la forma de una pirámide truncada. Las piedras se colocan inclinadas hacia dentro, y tienen que tener contacto entre ellas.